lunes, 28 de junio de 2010

vamos al zoo

Tengo en cuenta que hay muchas personas ,incluida yo , que si no fuera por los zoos, no veríamos jamas, un animal exótico (real y en persona, o en animal ,como se quiera). Pero hace pocos días visité uno de ellos y la verdad es que más que nada me daban pena los animales. Se que algunos están bien casi como en libertad. Pero otros parecían realmente tristes, no se si el calor influye o no ,pues todos estaban tumbados, pero la sensación era de una apatía tremenda, eso si, los animales son listos, cuando notaban aglomeraciones de gente se acercaban y con sus gestos pedían que les echaran comida.

Pero esto que a la mayoría de las personas hacía gracia a mi me parecía patético, pues los animales se acostumbran a comer por comer y de esa manera cada vez sus costumbres se alejan más de la vida natural y salvaje que les caracteriza, para tener conductas cada día más parecidas al hombre. Esto no creo que les beneficie porque al igual que al hombre les hace perezosos , glotones, y eso repercute en su salud.

Yo casi preferiría, (aunque a mi me gusta mucho el zoo) que intentaran tener menos animales con más espacio, y se especializaran en distintos animales , para separar los que no tiene nada que ver de los otros y no pretender tener toda clase de ellos en un sitio tan pequeño.

Podría haber un acuario, y en otro lugar los animales mamíferos , en otro los pájaros, etc.

O bien pudiera ser por continentes.

Todo en el zoo está pensado para que el visitante gaste la cantidad mayor de dinero, hasta se puede pagar por que te hagan un masaje en un sillón por si estás cansado, amen de la típica foto que te hacen en la entrada y que han ampliado a cualquier lugar en el que te encuentres.

La verdad es que les hacemos un flaco favor a los animales con estos sitios , bueno tal como se están poniendo las cosas habrá alguna ventaja si se mantienen animales que supuestamente están en peligro de extinción, pero la pena es que no nos demos cuenta de lo mucho que necesitamos que sigan aquí en nuestra casa, porque al fin y al cabo son compañeros de viaje.
Los únicos animales que percibí como más relajados y satisfechos, fueron los delfines, que se comportaban de manera sensual y juguetona a pesar de estar dentro de una piscina. Aunque me imaginaba lo felices que serían dentro de los confines del océano.

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